Aristegui atrapada en el conflcto MVS-Los Pinos: (Agenda Pública)

OMCIM: Los medios y las elecciones 2012 México

Agenda Pública, Foro TV, 19:30-20:00 horas

Conduce: José Carreño Carlón, 

Participan: Gabriela Warkentin, académica.

Alonso Aguilar, estudiante de la carrera de Comunicación en la Ibero.

Resumen:

Primera parte: Análisis de la cobertura al caso MVS

Carreño señaló que la agenda de los medios quedó definida este jueves por el conflicto de MVS. El diario Reforma tomó partido por la empresa, pero los otros diarios buscaron reflejar con equilibrio el tema. Fue la nota que dominó los medios y la conversación de los periodistas.

Warketin señaló que a mucha gente les preocupa más la carestía del huevo, pero el asunto de MVS está permeando, aunque la narrativa es simple porque se define entre buenos y malos, no en discutir el mejor uso social de la banda de 2.5 Gigahertz.

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de hoysiempre
Vídeo

Himno al Deporte

Impulso y honor a los atletas mexicanos.

México en las olimpiadas.

 

Mañana sábado 11 de julio es un día importante para México, una oportunidad más para ganar la medalla de Oro en el área de Futbol, durante las olimpiadas celebradas en Londres.

Es un tema controvertido debido a la situación política actual del país. Para algunos es un motivo para celebrar y para otros un punto de distracción y olvido del mal manejo, a todas vistas, de las últimas elecciones presidenciables.

Sin duda, que son dos razones válidas para discusión. En México no es de extrañar como durante los últimos años, las medidas de manipulación son tomadas como una estrategia política para marear a los ciudadanos y tomar decisiones que afectan el desarrollo equitativo y democrático de nuestro país.

Sin embargo, las Olimpiadas son un evento internacional que proporciona una imagen de lo que hace un país y de sus éxitos. ¿Será este el motivo por el cual, este año, la participación en el medallero sea tan bajo? ¿Nuestra imagen sobre las decisiones internas,  nos ha afectado tanto.?

Me gustan los juegos olímpicos. Aunque parecieran un juego individual de éxitos personales, creo que en realidad no es así. Para cualquier competidor, significan años de preparación, constancia, sacrificios y apoyo de muchas personas. Cuándo niño es un gusto aprender cualquier tipo de deporte, pero durante la adolescencia es un reto. (Recurro al conmovedor comercial en el que se valora el esfuerzo conjunto).

La pubertad es una etapa de definiciones y decisiones el querer ser un atleta es un desafío a la perseverancia. Cuatro horas diarias de entrenamiento o más, se dicen fácil; consumir alimentos nutritivos en un país de alimento chatarra, es complicado; contar con el apoyo de mamá o papá durante todo este tiempo y estar presente en estas actividades diarias en momentos en los que si no se trabaja, no se come, es realmente de medalla a los padres. Adaptarse a un instructor, a sus exigencias y estados de ánimo es de reconocimiento.

Se necesitan dejar atrás muchas cosas. Amigos, fiestas, incluso estudios. Se requiere apoyo en alimentación por parte de los padres y fundamentalmente apoyo económico y de facilidades por parte del gobierno de su país. Porque lo va a representar internacionalmente.

Y aquí el punto a tratar es que, haciendo referencia a la memoria histórica de nuestro país, creo que no ha existido un Presidente apasionado por el deporte que tenga interés particular en apoyar el desarrollo de todos las diversidades en esta materia. Por ejemplo, haciendo aún lado, la política y los daños sociales de muchos Presidentes, podríamos recordar a Porfirio Díaz a quien le gustaban las construcciones francesas y mandó a construir la ciudad de los palacios y Bellas Artes; o bien, a Manuel Ávila Camacho a quien le gustaba el cine y de alguna manera busco impulsar esta industria: A Miguel Alemán a quien el desarrollo industrial fue su principal objetivo y al tan cuestionado Luis Echeverría Álvarez que le dio un toque distinto a la Industria del Cine.

Lo que quiero expresar es que es necesario un trabajo en equipo para ocupar a los jóvenes mexicanos en algo sano, como es el deporte. Canalizarlos a las instituciones ya existentes pero con un apoyo económico y un compromiso con resultados deportivos. Esto será posible el día que sea una prioridad para el Presidente y para los encargados de fomentar estas actividades y crear las condiciones necesarias. Y con esto alejarlos de los vicios adictivos. ¿Valdrá la pena?

Los deportes en la secundaria son un requerimiento más, cuando debía ser un lugar de motivación, impulso y canalización de los jóvenes para incrementar la participación de éstos en los juegos olímpicos. Claro que se requiere de crear una infraestructura deportiva en todas las escuelas secundarias y un incremento de maestros en la materia.

Sin duda alguna, que nuestros deportistas son una imagen del mexicano al mundo, como lo es el Presidente. Sus capacidades están en el nivel de conocimientos, en la perseverancia, en la constancia y en el amor a lo que hacen. Más allá de lo que puedan ganar por hacerlo.

Mañana, si gana México será una fiesta cuestionada por razones políticas  y porque nuestro país necesita connacionales que lo amen y sepan representarlo dignamente. Aún hablando del negocio más grande, llamado: Futbol.

Pero también, existe una necesidad de creer en nosotros los mexicanos, en nuestra constancia y amor a lo que hacemos. Creo que también el triunfo podría ser un signo de que si existe la capacidad para lograrlo. A pesar de todas las circunstancias, dolorosas y no ejemplares para el mundo.

De tandas, pirinolas a Pronósticos -Cuento de la suerte-

¿Otro cuento?
Esta bien, les cuento otro.

SÍMBOLO DE LA BUENA SUERTE

De la tanda y la pirinola a Pronósticos.

En el local se venden Pronósticos, Lotería y Juegos de Lotto. Bueno se vendían, debido al fraude D 120 millones de pesos,  anunciado a principios de mes de julio. Un fraude cometido en enero, sin consecuencias judiciales para los responsables, sin nombre.

El ochenta por ciento de los clientes son personas de la tercera edad, señores y señoras que todavía sueñan con resolver sus problemas económicos, dejar algo a sus hijos antes de partir o bien viajar y conocer, sino el mundo, por lo menos su país. Todo esto a través de la suerte.

Los comentarios y las preguntas de los clientes son ahora los mismos.
-¿Y a usted, cuánto le tocó? -No señor, nosotros no estamos en las oficinas administrativas, somos vendedores, nada más. – ha sido la respuesta a la primera pregunta-
-¿Y si van a regresar el dinero que dicen que recuperaron?. Eso dijeron señor. Pero todavía no ha sido posible.
-¿Usted cree que sea la primera vez que se roban el dinero? – Señor, eso no sabría decirlo yo.
El señor de más de setenta años, tiene un problema de salud. Sin ser doctora yo creo que tiene el mal de Parkinson porque le cuesta trabajo dominar el movimiento de sus manos. Pero tiene muy buen humor, me dijo dos chistes y luego me contó una historia para tomar en cuenta.
Fíjese señorita , dijo en tono de abuelo que cuenta a sus nietos, las historias del pasado. Todavía usted no nacía, cuándo en familia o con amigos, le entrabamos a unas cosas que se llamaban ‘Tandas”. Vecinos y familia, cada ocho días nos cooperábamos con una misma cantidad de dinero. Y cada semana  recibían cada uno de los que participábamos,  el dinero junto de todos los que habían entrado a la tanda.
Tiempo después, se hacían rifas, juntábamos dinero y luego se repartían números, el papel que decía “Premio” ese era el ganador. Nos divertíamos y nos ayudabamos entre sí.
También empezaron a vender unas cosas que se llamaban pirinolas ¿Las conoce usted? –Afirmé con la cabeza- Nos juntábamos, la familia con los amigos y jugábamos. Siempre había un ganador, y el dinero se quedaba ahí con los que participábamos. No había manera de hacer trampa, bueno creo que ní lo pensábamos.
Luego, el gobierno institucionalizó estos sistemas y podíamos participar más personas con la garantía de que no sólo eran más participantes, sino más dinero que quedaría en manos del pueblo. Un sistema de apoyo legal, entre todos nosotros.
 Creo que por los años 70’s salió esta modernidad de juegos. Todos pensamos y creíamos que realmente el dinero lo iban a repartir entre los que jugábamos.
Aficionado desde entonces,  llevo muchos años jugando,  dicen que son para la beneficencia pública y yo no me he enterado de que nadie, le haya tocado el toma todo o la tanda de esto de los Pronósticos ¿Usted, si?
– Claro, señor, si ha habido ganadores –respondí-
A bueno, de $1,000.00, de 50 y ponga usted que hasta de $100,000.00 -que no conozco ninguno- pero el de los millones, no, no he sabido todavía -me interrumpio-.
Señor, no se desanime. Vea el lado amable de las cosas, con estos juegos nos ayudamos a vivir, los agentes de venta. Véalo por el lado altruista. Pues si señorita, pero yo creo que si ahora quieren recuperar la confianza de estos necios jugadores, deberían repartir premios al pueblo. Somos muchos pobres, con sueños de grandeza. –Soltó una carcajada-, ¿O no?
Le voy a contar otro chiste.
Era un señor con muchos problemas económicos, que iba a visitar la iglesia de San Martín de Porres y le decía:
-San Martín, mira, tengo muchos problemas, debo mucho. Sí tu me ayudas a sacarme los pronósticos, te prometo que te doy el 10 por ciento del premio.
Compró su billete y no se sacó nada.
Regresó después y le dijo lo mismo, pero ahora le ofreció el 25 por ciento del premio. Compró su boleto y no se sacó nada.
Entonces fue muy enojado a la iglesia y con gran seriedad le dijo a San Martín, mira San Martín, tengo muchos problemas, los intereses me están comiendo, me urge el premio. Si tu me ayudas, te prometo que te doy el 50 por ciento del premio.
Fue compró su boleto y ¿Qué cree que pasó?
-No se sacó nada otra vez, le contesté-,
No señorita se sacó el premio del Melate.
¿Y que hizo?
Fue a hablar con San Martín a la iglesia  y le dijo: Yo creo que por ambicioso, no te voy a dar nada.
Se río a carcajada abierta.
Así somos, señorita, así somos.
Pero aquí los ambiciosos son otros, no precisamente los jugadores.
Bueno, me voy, ojalá y que podamos creer nuevamente en ellos. Antes de partir, ya ve, estamos más para allá, que para acá.
Adiós señorita., que venda mucho.
Se fue, y entre la sonrisa y la preocupación me quedé en espera de que un día, cualquiera, esto se componga.
¡Sí en esto de ser beneficencia pública, los agentes de ventas contáramos con beneficios como los grandes billeteros, porqué ahí también hay categorías. Servicio médico honorable, compensación por ventas, aguinaldo o reparto de utilidades. Algo así, hasta nosotros saldríamos ganando!.
-Me ilusioné como el cliente- Después de todo somos un país conformado por eso… ilusiones ¿Qué no?
de hoysiempre

Con los pies en la tierra (Señor X)

Imagen

CON LOS PIES EN LA TIERRA.

Cuento para mitad de semana

X es un bebe que nació en un país privilegiado llamado México.

En el momento de su nacimiento fue auscultado de manera formal con una nalgada para calificar sus estado de salud, su llanto era un signo de vida y que sus pulmones empezaban a adaptarse e la atmósfera. Luego fue revisado para determinar su género sexual, enseguida la formación común de las líneas en los dedos de sus manos y pies determinaron su estado de salud mental. Después de 10 minutos de atención médica X pasó su primer examen de vida, con un buen promedio afgar. 

Al ser entregado a su madre, X empezó a percibir que tenía ciertos derechos como ser humano. Tenía derecho al amor de su madre, a los alimentos, a medicamentos que le hicieran más amable su niñez.  Luego supo que tenía derecho a vacunas, a estimulación temprana y a escuelas que lo guiarían en sus primeras enseñanzas.

Hasta este momento X no sabía que para gozar de esto y algunas otras cosas también ya tenía responsabilidades adquiridas mucho antes de que pisara la tierra. X tenía una deuda externa que pagar a través de impuestos gubernamentales que había sido adquirida por sus ancestros mexicanos.  Y esto no lo sabría, hasta mucho tiempo después.  Mientras tanto, debía disfrutar de muchos derechos más  establecidos en alguna parte de la Secretaría de educación pública.

X seguía creciendo y entonces entendía que no solo tenía derechos, sino también responsabilidades que cumplir. Hacer tareas, sacar buenas calificaciones, apoyar en la limpieza de su casa, seleccionar su basura y tirarla en los lugares correspondientes, no permitir el maltrato en su vida, a los animales y a la naturaleza. X sabía que también debía aprender a respetar a sus mayores, etc.

Al iniciar su pubertad y adolescencia, X debía empezar a tomar decisiones acerca de la forma en la que quería vivir su vida de adulto. Sexualidad, profesión, ocupación, libertad de elección religiosa y de la forma de entretenimiento.  Para lograr esto, el puberto había aprendido a valorar el esfuerzo no sólo de sus padres, sino del gobierno para cubrir todo aquello a lo que tenía derecho. También sabía que para poder disfrutar de todo ello, debía cumplir lo mejor posible con sus responsabilidades.

El pequeño X había crecido ya y empezaba a darse cuenta de lo difícil que había sido para sus padres, darle una educación. Las constantes devaluaciones, la alza de los precios de la canasta básica y supo en ese momento, que tener agua, luz y gas en casa tenía un costo  variable y en aumento constante.

Nuestro amigo X, al terminar su carrera se enfrentó a varios inconvenientes: falta de experiencia, falta de oportunidades, falta de relaciones públicas. Pero aún así, aunque no desarrollara su profesión,  empezó a trabajar. Se enteró de nuevas responsabilidades: el pago de impuestos por el trabajo, por tener un lugar dónde vivir y decidió hacer una lista de esto y se enteró que a todo artículo de consumo, había que agregarle el impuesto al valor agregado, además de pagar una tenencia cuándo quisiera tener carro y aceptar el aumento de precios gradual de la gasolina. Cada paso que diera en su crecimiento, además de ser paralelo con el crecimiento de precios, era muy importante que tomara en cuenta el aumento de sus compromisos.

X se puso a reflexionar y entendió que para que cada uno de sus compatriotas pudiera gozar de sus derechos  era necesario pagar una contribución al gobierno y así poder disfrutar y exigir tener luz, agua, seguridad, salud, educación, trabajo, esparcimiento, comunicación telefónica, cibernética,  transporte   y demás elementos de progreso, sin un control de precios preestablecido. Era razonable, aunque uniendo todo esto, más los  múltiples impuestos,  sentía el peso económico un poco exagerado.

Sin embargo, empezó a enfrentar algunos problemas. Lo que ganaba no le alcanzaba.  Entonces decidió pedir  créditos: para la casa, para el coche, para los alimentos. Y en ese momento en lugar de resolver su problema, su vida empezó a ser caótica, porque ahora no sólo tendría que pagar impuestos, sino también intereses variables, a las instituciones crediticias. Establecidas sin control, ni supervisión gubernamental. O por lo menos, no estaban a favor de él, ni de los que utilizaban estos servicios.

X formaba parte ya del sistema económico del país.

Hasta ahí todo parecía normal, aunque un poco descontrolado. Pero en el momento en que se dio cuenta X,  que en las noticias informaban de algunos funcionarios tenían cuentas estratosféricas en el extranjero, residencias impresionantes en otros países, hectáreas de tierra a nombre de un solo funcionario y el  enriquecimiento impresionante de un pequeño sector de la población,  debido a la falta de control gubernamental de precios sobre sus actividades comerciales y gracias a esto formaban parte de la lista de los hombres más ricos del mundo.  En ese momento, empezó a tener apatía por sus responsabilidades. 

En una meditación profunda y con los pies en la tierra le llegó una idea a la cabeza: Si al nacer todo mexicano disfruta de sus derechos, ¿Porqué privilegiar las responsabilidades?

Encendió la televisión y recordó que en ese momento, las irregularidades políticas eran negadas. Obsesionado por lo que estaba viviendo realizó las siguientes preguntas:

Sí los niños al nacer ya tienen derechos y responsabilidades, entonces:

¿Cuáles serán los derechos y las responsabilidades de un Presidente?

¿Cuáles  serán los derechos y responsabilidades de los diputados?

¿Cuáles serán los derechos y responsabilidades de los Senadores?

¿Cuál será la fórmula para que estos derechos y responsabilidades sean aplicados de manera equitativa?

¿Será que México es más un negocio,  que un país privilegiado propiedad de los Mexicanos?

X hizo una última pregunta: ¿Los aún candidatos a la presidencia, a delegados y a diputados, tendrán  ya la respuesta?

Y Es que X es un mexicano normal, sin ninguna excentricidad, ni enfermedad mental que tiene estos y otros puntos en común pero hoy sabe, que el abecedario tiene tantas letras como necesidades tiene su país.

MDL.

Con los pies en la tierra (Señor X)

CON LOS PIES EN LA TIERRA.

Foto (facebook)

X es un bebe que nació en un país privilegiado llamado México.

En el momento de su nacimiento fue auscultado de manera formal con una nalgada para calificar sus estado de salud, su llanto era un signo de vida y que sus pulmones empezaban a adaptarse e la atmósfera. Luego fue revisado para determinar su género sexual, enseguida la formación común de las líneas en los dedos de sus manos y pies determinaron su estado de salud mental. Después de 10 minutos de atención médica X pasó su primer examen de vida, con un buen promedio afgar.

Al ser entregado a su madre, X empezó a percibir que tenía ciertos derechos como ser humano. Tenía derecho al amor de su madre, a los alimentos, a medicamentos que le hicieran más amable su niñez.  Luego supo que tenía derecho a vacunas, a estimulación temprana y a escuelas que lo guiarían en sus primeras enseñanzas.

Hasta este momento X no sabía que para gozar de esto y algunas otras cosas también ya tenía responsabilidades adquiridas mucho antes de que pisara la tierra. X tenía una deuda externa que pagar a través de impuestos gubernamentales que había sido adquirida por sus ancestros mexicanos.  Y esto no lo sabría, hasta mucho tiempo después.  Mientras tanto, debía disfrutar de muchos derechos más  establecidos en alguna parte de la Secretaría de educación pública.

X seguía creciendo y entonces entendía que no solo tenía derechos, sino también responsabilidades que cumplir. Hacer tareas, sacar buenas calificaciones, apoyar en la limpieza de su casa, seleccionar su basura y tirarla en los lugares correspondientes, no permitir el maltrato en su vida, a los animales y a la naturaleza. X sabía que también debía aprender a respetar a sus mayores, etc.

Al iniciar su pubertad y adolescencia, X debía empezar a tomar decisiones acerca de la forma en la que quería vivir su vida de adulto. Sexualidad, profesión, ocupación, libertad de elección religiosa y de la forma de entretenimiento.  Para lograr esto, el puberto había aprendido a valorar el esfuerzo no sólo de sus padres, sino del gobierno para cubrir todo aquello a lo que tenía derecho. También sabía que para poder disfrutar de todo ello, debía cumplir lo mejor posible con sus responsabilidades.

El pequeño X había crecido ya y empezaba a darse cuenta de lo difícil que había sido para sus padres, darle una educación. Las constantes devaluaciones, la alza de los precios de la canasta básica y supo en ese momento, que tener agua, luz y gas en casa tenía un costo  variable y en aumento constante.

Nuestro amigo X, al terminar su carrera se enfrentó a varios inconvenientes: falta de experiencia, falta de oportunidades, falta de relaciones públicas. Pero aún así, aunque no desarrollara su profesión,  empezó a trabajar. Se enteró de nuevas responsabilidades: el pago de impuestos por el trabajo, por tener un lugar dónde vivir y decidió hacer una lista de esto y se enteró que a todo artículo de consumo, había que agregarle el impuesto al valor agregado, además de pagar una tenencia cuándo quisiera tener carro y aceptar el aumento de precios gradual de la gasolina. Cada paso que diera en su crecimiento, además de ser paralelo con el crecimiento de precios, era muy importante que tomara en cuenta el aumento de sus compromisos.

X se puso a reflexionar y entendió que para que cada uno de sus compatriotas pudiera gozar de sus derechos  era necesario pagar una contribución al gobierno y así poder disfrutar y exigir tener luz, agua, seguridad, salud, educación, trabajo, esparcimiento, comunicación telefónica, cibernética,  transporte   y demás elementos de progreso, sin un control de precios preestablecido. Era razonable, aunque uniendo todo esto, más los  múltiples impuestos,  sentía el peso económico un poco exagerado.

Sin embargo, empezó a enfrentar algunos problemas. Lo que ganaba no le alcanzaba.  Entonces decidió pedir  créditos: para la casa, para el coche, para los alimentos. Y en ese momento en lugar de resolver su problema, su vida empezó a ser caótica, porque ahora no sólo tendría que pagar impuestos, sino también intereses variables, a las instituciones crediticias. Establecidas sin control, ni supervisión gubernamental. O por lo menos, no estaban a favor de él, ni de los que utilizaban estos servicios. No eran un apoyo, eran una red que lo cautivaría como trabajador sin prestaciones de los banqueros, tendría que pagarles una renta mensual.

X formaba parte ya del sistema económico del país.

Hasta ahí todo parecía normal, aunque un poco descontrolado. Pero en el momento en que se dio cuenta X,  que en las noticias informaban de algunos funcionarios tenían cuentas estratosféricas en el extranjero, residencias impresionantes en otros países, hectáreas de tierra a nombre de un solo funcionario y el  enriquecimiento impresionante de un pequeño sector de la población,  debido a la falta de control gubernamental de precios sobre sus actividades comerciales y gracias a esto formaban parte de la lista de los hombres más ricos del mundo.  En ese momento, empezó a tener apatía por sus responsabilidades.

En una meditación profunda y con los pies en la tierra le llegó una idea a la cabeza: Si al nacer todo mexicano disfruta de sus derechos, ¿Porqué privilegiar las responsabilidades?

Encendió la televisión y recordó que en ese momento, las irregularidades políticas eran negadas. Obsesionado por lo que estaba viviendo realizó las siguientes preguntas:

Sí los niños al nacer ya tienen derechos y responsabilidades, entonces:

¿Cuáles serán los derechos y las responsabilidades de un Presidente?

¿Cuáles  serán los derechos y responsabilidades de los diputados?

¿Cuáles serán los derechos y responsabilidades de los Senadores?

¿Cuál será la fórmula para que estos derechos y responsabilidades sean aplicados de manera equitativa?

¿Será que México es más un negocio,  que un país privilegiado propiedad de los Mexicanos?

X hizo una última pregunta: ¿Los aún candidatos a la presidencia, a delegados y a diputados, tendrán  ya la respuesta?

Y Es que X es un mexicano normal, sin ninguna excentricidad ni enfermedad mental. El sabe que  tiene estos y otros puntos en común con la mayor parte de los mexicanos y que   el abecedario no  tiene tantas letras,  como necesidades tiene su país.

MDL.

de hoysiempre

Sin Respuesta (2a. parte Círculo Mágico)

SIN RESPUESTA.

2ª. Parte: “EL CÍRCULO MÁGICO”

El Popocatepetl

Majestuoso atardecer, el popocatepetl

 

No ha de ser el miedo

A la locura, lo que me obligue

A bajar la bandera de la

Imaginación.

André Bretón.

Mis labores cotidianas me llevaron nuevamente al zócalo,  miré hacia lo alto del asta bandera, cual fue mi sorpresa al noverla en su lugar. Igual que aquel día en del cierre de campaña, como no era un evento oficial, no la habían colocado y no se había ondeado luciendo su belleza, ante los gritos de esperanza y  las propuestas de una mejor vida. Este día tampoco estaba, sentí nostalgia.

Centro histórico.

Ciudad de México, en la espera del cierre da campaña de AMLP

Iba a dar un paso más, pero un pequeño grito de dolor, imperceptible para muchos, mi hizo mirar al suelo, nuestro lábaro patrio estaba en el piso. Era una bandera rota, pisoteada, manchada. Al instante me pregunté ¿Qué pasó?

Con gran sorpresa ella se levantó y me contestó: ¿Se te olvida acaso que soy un pedazo de tela?-con una sarcástica carcajada-. Estoy aquí porque ustedes me olvidaron. Un fuerte viento y la tormenta intensa me tiró. Soy dependiente de ustedes,  mi belleza, estabilidad y presencia depende del amor de los seres humanos a los que represento. Pero  están ocupados, en sus propias preocupaciones, unos por sobrevivir y otros por conservar  unos años más  la silla del poder. Ninguno notó mi ausencia.

Miré para ambos lados, ¡Esto es el colmo! ¡Me estoy volviendo loca! –pensé-.

Pero la tela pisoteada seguía hablando: más allá del cuidado de mi, esta el descuido de lo que yo represento para ustedes.  Estoy pisoteada, adolorida, pero a quien puede importan si tan solo soy un pedazo de tela. Llegué aquí con gran orgullo, me acostumbré a representar a los seres humanos conscientes de que un país necesitaba de su atención, no de sus intereses. Pero dime, ¿Qué pasó? quizás tu si tengas alguna respuesta para mi.

Con grandes ojos de incredulidad, trataba de formular palabra. Afortunadamente, fui interrumpida por la expresión de alegría de un niño. ¡Por fin te encuentro! –me dijo, en tono alegre-. Te he venido a buscar todos los días -afirmó-.

Era aquel niño de huaraches, con la cara sucia, con su caja de chicles en la mano. Hola –le dije-, ¿Me recuerdas? Te he venido a buscar todos los días. Quería contarte que algunos hombres escucharon a las montañas, -continuó hablando, sin parar- Ese día, mi mamá, mi papá y munchos, de mi pueblo recibieron una bolsa, tenía varias cosas, algunas no sabíamos. Y venía un billete de $500.00 ¡Nunca había visto uno de esos! Pero mi apá dijo que eran quinientos pesos.

Nos fuimos felices al pueblo, allá otras personas de traje, les dieron a mis tíos, amigos y vecinos unas tarjetas que podían utilizar, como si fuera el billete que nos dieron. Fueron a una tienda, cerca del pueblo y se las aceptaron por dinero. No lo podíamos creer. Son rete buenas gentes, decían mis tíos. No sabían, que con unas tarjetas podían comprar munchas cosas. La muchacha que recibía las tarjetas les  decía, todavía te alcanza para más.

El viento sopló, la bandera logró levantarse un poco y me dijo –escucha, escucha con atención- El niño seguía hablando sin parar.

Mi mamá es muy abusada, y dijo que haría durar ese dinero. Compró algunas cajas de estas, de chicles, para que yo tuviera algo que vender, compró varios kilos de arroz y frijol. Así tendríamos que comer varios días.

¿Te digo una cosa? Yo estaba feliz. Mis papás también. Nunca habíamos comprado tanta comida.  Luego, a la siguiente semana,  vine a buscarte para platicar contigo, pero no te vi, mis papás vinieron a buscar a los siñores que les habían dado la bolsa, para darle las gracias y ver si nos podían seguir ayudando. Pero, ni tu viniste, ni ellos. ¿Tu los conoces? ¿Hablaste con ellos? ¿Fueron las montañas? ¿Esas personas ya no van a regresar?

El niño no dejaba de hablar, preguntaba y  me contaba una historia y otra. Me platico que habían hecho varias personas conocidas con lo que les habían dado.  Me dijo por ejemplo, que a unos vecinos les había tocado un paraguas, pero que había llovido tanto, que se habían roto bien rápido y que ya no servían. Sonreí, no sabía bien a bien, lo que estaba sucediendo. Descontrolada por la platica ¿La platica? –me pregunte- con una bandera destrozada y tanta información, no reaccionaba. Y eran ya, muchas preguntas.

Me senté junto al asta bandera, nuevamente. Tenía que pensar.

El niño fue interrumpido por su madre, ¡Nenca, nenchiua! (ocioso y sin provecho) Muchacho carajo, no te he dicho que no te alejes tanto.  A lo que el niño respondió: mira má, ella habló con los montañas, como yo,   ella le dijo a los siñores que nos ayudaran.

¿Yo? Pregunté.

No, no fui yo. ¿Qué podía decirle al niño? ¿Cómo explicar un sistema político tan de conveniencia? ¿Cómo decirle que vendieron su voto? ¿Cómo explicarle que habían dañado al país?

Entonces la mamá del niño dijo. No le haga caso a mi niño, esta deschavetado, ya le he dicho que las montañas no hablan. Pero si ve a los siñores del partido ese que se parece a la bandera. Dígales que munchas gracias. Qué mi pobreza no se acaba, que no tengo casa y no hay escuela en mi pueblo, pero que ganaron. Dígales que lo logramos, les dimos nuestro voto, y ganaron. Así lo hizo mi padre, mi abuelo y así lo hicimos nosotros. –Lo dijo con cierto grado de orgullo-.

Y continuó animada diciendo:  Y aunque ya sabemos,  nos dan dinero, cuándo quieren que votemos por ellos y luego nos olvidan hasta el próximos seis años se acuerdan de nosotros. Pero nosotros no nos olvidamos de ellos.

foto (facebook)

Infinita diferiencia.

La bandera volvió a incorporarse, a medio color. Dejó caerse en  fuerte movimiento. El poco polvo seco salió del suelo y formó una pequeña nube, que impedía ver claro. Era su protesta, por lo que había escuchado.

Cada que viene una persona al pueblo  a decirnos que esta vez todo va a cambiar. Nosotros les creemos. No han de poder todavía, -justificó-  no alcanza para tanto pobre en el país. Nosotros seguimos trabajando, aunque no ganemos muncho.  El arroz y el frijol  que compré con lo que nos dieron, ya se va acabar. Sólo quisiéramos que no suban los precios, ya ve, si sube la gasolina, nos suben el pasaje, si sube la tortilla y el huevo, comemos menos.  Y luego, si el peso americano, se devalúa, nunca he entendido eso. Nosotros nos hacemos más pobres todavía. ¿Usted entiende por qué?

Sin permitir que le respondiera, continuó con su dialogo: nosotros ancina nacimos pobres, otros  no necesitan dinero, ya lo tienen. Y no los daña que suban las cosas. Pero a nosotros sí.

El niño, la interrumpió. Ma’ cuéntale a la seño lo que dijo mi tío, de la tarjeta esa que le dieron. –Continúa hablando-, dijo que estaba bien, que repartieran un poquito de lo que les sobra, que era justo por que… Entonces lo interrumpí yo.

¿Cómo te llamas?

Me llamo Independencia, como mi bisabuelo. Dijo orgulloso. ¿Independencia, dijiste? Así mesmo, contestó.

-Sonreí y le dije: Mira independencia, el día de las votaciones nadie escuchó a las montañas. Ellas trabajan en equipo. Fue lo que pedían las montañas, la otra vez ¿Te acuerdas?  Y lo que sucedió no fue un trabajo en equipo. ¿Me expliqué bien?

Si, mira –interrumpió Independencia-,  mi papá dice que cuándo el sol sale, empieza el trabajo en equipo, nosotros nos levantamos a trabajar, el aíre sopla para que podamos respirar, el agua cae para que se pueda sembrar, los alimentos crecen y así poder comer, la luna llega y nosotros podemos dormir.

Así es Independencia, -le dije- Todos hacen algo  por un beneficio en común. Lo que sucedió el primero de Julio fue un acto mercantil. Los mayores vendieron su voto, como tu, los chicles,  a cambio de una pequeña cantidad de dinero. Por necesidad,  ignorancia o ambición.  Eso, no es trabajo en equipo, es un negocio, en el que los que salieron ganando no fuimos los habitantes del país.

El viento volvió a soplar, la bandera dejó ver los hoyos causados en el momento en el que fue pisoteada.

Miré la bandera con impotencia y seguí conversando. -Esos señores, estuvieron en todo el país, repartieron dinero, porque saben que es lo que la hace falta a la mayoría de las personas. Y ante la necesidad, ustedes estiraron la mano, para recibir algo a cambio. Pero ya se dieron cuenta que poco les duró el gusto. Ya se les acabó el dinero que les dieron y ellos estarán 6 años en el poder.

¿Hicimos mal? -Preguntó la señora-. Usted y todos los que aceptaron la bolsa y las tarjetas, lo sabrán los siguientes seis años. -Fue mi respuesta-.

Entonces, la bandera aseveró con firmeza, represento a la patria. Soy emblema venerada en las escuelas pero hay algo que no han aprendido todavía. La coherencia entre lo que dicen y lo que hacen.  Hay ricos tan pobres en sentimientos como pobres tan débiles en valores. Deben aprender a rescatar  sus virtudes, esos valores que de apoco se van olvidando, en la lucha por sobrevivir o por conservar el poder. Deben observar a la naturaleza y  trabajar como ella, cada uno haciendo lo que le corresponde, ofreciendo lo que tienen para un beneficio común. Sin engañar al otro.

Independencia – se dirigió al pequeño- eres el niño que escucha a la naturaleza y a tu patria. Debes dar tu mensaje, cada que vendas tus chicles, diles con orgullo que el trabajo dignifica, que la ambición empobrece y el poder enajena a quien lo posee. Recupera tu patria, que es lo que ustedes me piden que yo represente.

¿Escucharon? -Gritó el niño-

¡Hablo la bandera! –Dijo-

¿La oíste? – Me preguntó-.

Me levanté con los pies entumidos, el suelo estaba frío. Entonces me di cuenta que la bandera que estaba en el suelo, era la bandera del pueblo.

No le contesté. No había respuesta. Me fui a realizar mis labores, la tarde empezaba a caer. Pero el mensaje, estaba dado.

Foto (Faccebook)

El poder económico y el desarrollo de la tecnología anularon los principios basicos de la democracia.

de hoysiempre

Envidia o soberbia.

SECRETOS DE MAMÁ

María había terminado de hacer la comida, se sentó para escuchar la noticias de medio día- Tanta muerte tan inútil –pensó- y se escapó al pasado con sus pensamientos.
En ese momento la interrumpió la puerta de entrada, su hija llegaba de la escuela y con un movimiento brusco azotó la puerta.
María regresó de inmediato a la realidad y volteó a ver quién llegaba, aunque sabía que era la hora de en el que su pequeña llegaba.
La adolescente entro con el ceño fruncido, muy molesta, soltó la mochila.
¿Qué sucede? Pregunto maría.
No es posible mamá, mi amiga Laura, me tiene mucha envidia y me hace enojar.
¿Envidia? ¿Por qué dices eso hija?
Porque se lo nota mamá y me inventa muchas cosas, con mis compañeros.
Haber, -dijo María- vamos a tu cuarto, para que te cambies y te tranquilices, luego me cuentas que dijo Laura de ti.
Caminaron hacia el cuarto mientras María le contaba a su hija de las noticias, tan fuertes y desagradables que había escuchado. La chica, se sorprendía al saber, que habían muerto unos estudiantes en Guerrero y que en Veracruz habían matado a otras personas. Qué en Saltillo, también habían asesinado a otras.
¿Por qué muera tanta gente mamá?
No sé hija, cómo saber ¿En dónde está la razón de esas muertes?.
Mientras la chica se cambiaba y su mamá la miraba en busca de retomar el tema inicial: La envidia.
¿Te puedo pedir un favor? Le dijo María a su hija.
Mira tu rostro en el espejo, hija.
¿Para qué mamá? –preguntó –
Mira tu rostro un momento y dime ¿Qué tienes diferente a Laura? ¿Qué puede envidiarte?
Hay mamá no empieces, con tus cosas.
Por favor, no digas nada y dime, qué cosa envidia Laura a mi niña.
Mira, yo tengo mejores calificaciones que ella, tengo más amigos que amigas. A ella casi nadie le habla. Y el chico que a ella le gusta, habla más conmigo que con ella.
Es decir ¿Tu tienes cosas que ella no tiene?
Sabes hija, cuándo uno percibe que otra persona te tiene envidia, sin duda alguna es porque te crees más que ella y eso en la religión es un pecado que se llama soberbia.
Te estas percibiendo más o mejor que Laura y eso no te ayuda mucho.
Luego, existe otro principio.
¿Quién te dijo que habla mal de ti?
Ella me mira feo y mis amigos dicen que habla mal de mi.
¿Qué estas haciendo tú para que ella te mire feo?
¿Te gusta que te sienta diferente o más que ella?
Creo que debo decirte que estas interpretando la actitud de Laura hacia ti. Porqué te crees más importante que ella, ante los demás y sientes temor de que un día pueda ser diferente y ella sea más que tu algún día.
Por ahí leí en un libro – dijo María- que me gustaría que leyeras. En ese libro dice que existen principios divinos de convivencia que si tu usas en tu vida diaria, cambiarias la actitud personal hacia las personas que conviven contigo. No imagines, nada.
Mira pequeña crees tanto en ti, que piensas que tus imaginaciones son verdaderas y le estas otorgando el poder a Laura, para destruirte, le estas dando el permiso con tus pensamientos, porque además estas divulgando que te tiene envidia.
Esta reacción humana, es un sentimiento que daña a las dos personas. A la envidiosa y la envidiada. Porque mientras una genera piedras en el hígado por no poseer lo que la otra tiene. La envidiada fortalece su vanidad y se convierte en una persona soberbia. Y esto las daña a las dos, se están creando enemistades de manera gratuita.
¿Me estoy explicando bien?
Si mamá. Pero entonces ¿Qué puedo hacer, para no ser soberbia?
Hay cosas, que debe uno buscar la respuesta, desde el corazón. Y eso tienes que buscarlo por ti misma. Esa respuesta, te la debes contestar y cuándo lo hagas, quiero pedirte, que consideres tus actitudes, que cambies, lo que tengas que cambiar y luego me platiques, lo que pasó.
¿Ahora bien?
Dime con sinceridad, ¿Qué podrías envidiarle tu, a Laura?
¿Yo mamá?
Si hija, tú.
Si quitáramos esa actitud de soberbia, tuya. ¿Qué tiene Laura, que tu no tengas?
No inventes mamá. –piensa- interrumpió María. ¿Qué cualidades tiene ella, que tu no tengas?
Bueno, ella canta bonito, tiene el pelo chino, ella… pero yo no la envidio.
Piensa hija, quizás Laura puede llegar a ser una buena amiga, si comparten sus cualidades… Pero eso tu lo sabrás con seguridad.
¿Sabes hija? Algún día escribiré un libro que se llame: Pensar al revés. Porque esta actitud de pensar al derecho nos está llevando por caminos muy equivocados a toda la humanidad.
Mientras tanto, vamos a comer, porque se va a enfriar.
¿Qué hiciste para hoy mami?

MDL

EL HUERTO

EL HUERTO

Foto tomada de Facebook

Las almas regresan a consolar, con diversas formas de expresión. Hay que saber escuchar.

EL HUERTO Y LAS MARIPOSAS.

La tarde era fría, las actividades cotidianas alejan momentaneamente a los seres queridos. Cada uno en su rutina, va y viene. Una llamada teléfonica interrumpio el pensamiento, que en este momento ya no me acuerdo a dónde me había llevado. La sorpresa era dolorosa, nadie puede creer que una jóven mamá se haya ido y dejado en el camino terrenal a dos pequeños de casi tres años y el otro de a penas un año con meses.

La tristeza es infinitamente grande, difícil de aceptar. Luego el enojo, con todo y con Dios. La pregunta obligada ¿Por qué? No hay respuesta.  Desde lejos busco una respuesta, ¿Cómo aminorar el dolor de mi amiga?, ¿Cómo expresar solidaridad? Doblo mis rodillas y me pongo a orar. ¿Qué hacer a partir, de lo ya inevitable? ¿Cómo continuar? Dias después, el aire fresco en el rostro me trae noticias. Había algunas cosas por hacer. Llamé a mi amiga y la invité a tomar un café. Esta es la historia.

-Pasa amiga, te estaba esperando.

-¿Para que me haces venir, si sabes que no estoy bien?

-Precisamente amiga, quiero distraerte de tus pensamientos, de tu dolor.

-¡No lo necesito!, déjame, por favor.

-Pasa, vamos  atrás, te quiero mostrar algo.

Ambas amigas caminaron en silencio, cada una con sus pensamientos, diferentes, pero centradas en un recién acontecimiento, muy doloroso para las dos.

En la parte de atrás había un huerto precioso. Infinidad de árboles, de diferentes frutos. Cada línea era de un solo tipo de fruta, parecían iguales, pero eran realmente distintos.

La dueña de la casa, siguió caminando y condujo a su amiga un poco forzada hasta un árbol especial. Ya había colocado frente a él, una pequeña banca de madera, una mesita, unos trozos de queso y un poco de agua.

-Quiero que contemples este árbol. –aseveró, con delicadeza-, es un tanto especial. He preparada algunas cosas para que te sientas a gusto.

Éste, es tu árbol,  da frutos con unas semillas especiales, cada semilla es una pequeña gema.  Quiero que lo veas, porque sólo esto te voy a decir. Míralo con detenimiento ¿Dime que ves?

-Veo un tronco fuerte, es  un árbol viejo, sus raíces son profundas.

Así es amiga, ¿Qué mas puedes ver?

-Tiene muchos brazos frondosos, cada uno con un diversos frutos en él.

De acuerdo amiga. Sigue observando.

-¡Mira, mira ese brazo, se está doblando, tiene sólo cuatro frutos!

No amiga, levántate y mira bien. Acércate, si quieres  súbete a la banquita para que lo veas.

La amiga, poco a poco dejaba de pensar en su dolor, el distraerse observando, la alejaba de sus pensamientos inmediatos.

-Tres  frutos tienen un compañero pegado a ellos de aquel lado, a simple vista no los podía ver.  Y en la parte de abajo hay algunos retoños más pequeños. Creo que en cada fruto surge un nuevo brazo pequeño que hace al árbol más frondoso.

Así es amiga.  Todos los brazos de ese árbol, tienen características similares, no todos son iguales, por cierto. Hay frutos más grandes que otros, hay quienes tienen compañero de vida y hay quienes están solos. Pero todos pertenecen al mismo árbol. Guarda silencio, ahora y observa.

En ese momento volteó a verla, con sorpresa y angustia. Una fruta cayó al suelo, hasta entonces se percató que había ya varios frutos en el piso.

-¡Se cayó! Gritó, una fruta se cayó y dejó a sus retoños solos. Sus lagrimas brotaron de los ojos y sintió que le faltaba el aíre.

Tranquila amiga. Vamos a ver que pasa.

Hasta ese momento, en el huerto se escuchaba el canto de algunos pajarillos que revoloteaban en torno a los árboles. De pronto hubo un silencio total. De aquella última fruta que había caído, se abrió en dos partes. La pequeña gema trasmutaba en colores, se veía verde, rosa, azul y por último se tomó el color morado. Cómo si fuera un capullo, surgió de ahí una pequeña mariposa blanca. Salió inquieta, volaba de un lado para otro, chocaba con el árbol, con sus hojas, y se detuvo un momento en el fruto que había sido su compañero. Detuvo su vuelo, se quedó inmóvil, como sí estuviera dándole un beso prolongado. El silencio era cada ves más aterrador.  La mariposa empezó a volar nuevamente, su vuelo ya no era tan inquieto, sabía a dónde quería ir, voló y giro varias veces en torno a la rama que sostenía esos cuatro frutos y luego se posó en el centro de ella. Se inmovilizó totalmente.

-Amiga, escucha con atención lo que está diciendo la mariposa.

-Las mariposas no hablan, me voy, no entiendo nada de lo que está pasando.

-Tranquila, siéntate, por favor. No, mejor acércate al árbol, para ver que pasa.

-¡Voy a espantar a la mariposa! –replicó, con cierto grado de angustia-

Entonces, la mariposa voló hasta ella, le daba vueltas de manera inquieta y luego se posó en su hombro. Ella volteo lentamente, para no espantarla.

-Soy yo mamá, soy tu hija, Atenas.

Mi amiga se sentó lentamente, se me quedó mirando incrédula y me dijo, -me está hablando-, asentí con la mirada y le indiqué que escuchara.

Mami, dijo la mariposa. Estoy bien, no llores más por favor. El día que cerré los ojos, pensé que me había quedado dormida. Cuándo desperté estaba tocando una puerta grande, muy grande. Cómo estaba yo tan pequeña, pensé que nadie abriría. Pero no fue así. Salió una persona tan grande como la puerta, me dijo que no esperaba a nadie ese día. ¿Qué haces tú aquí? –me dijo-, Este día se lo dedico totalmente a mi hijo, cada año. No recibo a nadie.  Bajé la mirada, no supe que decir, estoy soñando –pensé-, Me tomó en sus brazos y me dijo, ven, ven aquí te voy a recibir, porque llegas el mismo día en que mi hijo subió al cielo. ¿Sabes? Estos días contemplo a la humanidad y aunque han progresado en muchas cosas,  en esencia sus problemas son exactamente los mismos. No trascienden a sus debilidades, a las tentaciones –aseguró- y lastiman con mucha facilidad su alma.

Me miré y voltee a mirarlo, entendía lo que me decía,  pero no entendía que estaba haciendo yo ahí.  Entonces me dijo: has dejado el mundo terrenal, pequeña, ahora estas en el mundo espiritual.  A este mundo no todos llegan tan rápido hay un proceso previo. Debe ser por este día en que mi hijo Jesús llegó a mi, que tu está llegando así, tan rápido.

Ven. veamos que está pasando allá abajo. Entonces te vi, vi a todos, vi cuánto sufrían por mi ausencia, pero yo ya no sentía dolor. Lo miré a él y le pregunté ¿Qué puedo hacer yo?, aunque no siento, no me gusta verlos así.

Me dijo, mira pequeña hay personas que tienen una oportunidad de regresar, pero su familia no pueden verlos y no entienden los mensajes ¿Te gustaría regresar? ¿Para qué?  Corres el riesgo que no te entiendan  y no sirva de nada el que vayas.

-Quiero decirles que estoy bien. Que aunque no este yo con ellos físicamente en lugar de sufrir, por que ya no me ven. Deben estar bien para los que sí están ahí Se deben cuidar entre sí y deben cuidar a mis retoños. ¿Puedo hacerlo? ¿Me dejas darles el beso que no pude darles?

¡Claro que si! Lo vas hacer pero es importante que al saber que estas conmigo, deben confiar en mi y sentirse tranquilos. Y que no desperdicien su vida sufriendo, sino que con sus acciones por el bien, no sólo de ese árbol, sino de todo el huerto fortalecerán su fe y llegarán bendiciones para toda tu familia y de su sociedad. ¿Entiendes lo que te digo?  Antes de responder que sí, ya no estaba con él.

Y ahora  estoy aquí mamá. No sé como aparecí, pero en cuanto te vi, supe que era mi oportunidad, por favor no la desperdicies. Ahora sabes lo importante que es trasmitirles confianza fe y fortaleza a mi papá, a mis hermanos, a mis tías y a mis hijos. Con  tus actitudes sin reclamos, sin  sufrimientos es como ayudarás a  a toda la familia. Deben todos cuidar de este árbol y ayudarse a conservar el huerto, entre sí.

Ahora me voy. No sé que pase después, no sé si pueda regresar. Lo que si sé es que debes valorar esta oportunidad que Dios me está dando para decirte cuánto los quiero y pedirte que cada que veas una pequeña mariposa blanca, es que vengo a saludarte o a  visitar a cada uno de ustedes. Quizás  a recordarles lo importante que es su fortaleza y la confianza en Dios para el beneficio del Huerto, De nuestro árbol, tu rama, la rama de mis hermanos y la mía que ahora queda en manos  Chepe dónde están  mis retoños,

La mariposa voló, inquieta, iba de una rama a otra, se posaba en un fruto, en el tronco,  recorrió todo el árbol, como si fuera dándoles un beso a todos y cada uno del ramaje del árbol. Se quedó largo rato en su propia rama.

Luego regresó a posarse a aquel fruto del que se había caído, hasta desaparecer.

Los pájaros empezaron a cantar, una luz radiante del sol al poniente iluminó el huerto, el dolor se había ido.

-Así es amiga, lo importante no es lo que pasó. Porque sabes ahora que tu hija está con Dios y está bien.

Ahora es tiempo de seguir. De  fortalecer tu fe y trasmitirla  a todos aquellos que te quieren tanto.

Fin.

SUERTE O FRAUDE.

¿Qué hemos hecho de nuestro país? 
El pasado miércoles, el periódico Reforma dio a conocer el fraude realizado a Pronósticos deportivos para la asistencia pública, en el mes de ENERO.
¿Cuál es el objetivo, de dar a conocer esta información ahora?
Del miércoles al viernes la noticia sigue dando de que hablar. Se anuncia el fraude, se despidieron algunos directivos –sin dar a conocer sus nombres-, se congelaron las cuentas y quedan sin respuestas las siguientes preguntas: ¿Qué se va hacer con ese dinero? ¿Se va a reincorporar a la bolsa del juego Melate? Y finalmente se anuncia que debido a que no se considera como un delito grabe, los implicados no tienen castigo penal.
Asimismo, Pronósticos anuncia un nuevo juego “Melate seguro”. 
¿Mecanismos de mercadotecnia? Se crea un problema, se da a conocer masivamente, se justifican las acciones y se presenta una solución. 
Con un plus a considerar, surge en momentos en los que el fraude más importante, el de las votaciones, debe ser olvidado. 
Por otro lado y también como un plus, debía considerarse el papel que juegan las personas que hacen posible la venta de estos productos “SUERTE”. Quienes tienen un trabajo honesto, les es proporcionado todo lo indispensable para su venta al público. Y a quienes a través de un contrato se les establece una comisión del 10% de la venta semanal, -excepto el juego denominado mi progol- que sólo es del 9%-. De su utilidad, considerado como un beneficio extra – ya que debe contar con otras entradas extras (tienda, farmacia, etc.). El agente debe pagar renta y luz. Cabe mencionar que los agentes de ventas, no cuentan con aguinaldo, reparto de utilidades, bono por mejores ventas, becas para sus hijos o apoyos de servicios médicos. A pesar de ser un organismo que pertenece al Gobierno y que genera grandes cantidades conjuntas de dinero. 
A raíz de esta noticia las ventas han bajado y por consecuencia las comisiones. 
Lo peor del caso es que un pequeño grupo de personas se llevan $160 millones de pesos y no es considerado como delito. Cómo otros, que se han anunciado durante esta semana.
 
de hoysiempre